Sergio Canales ya no es una mera promesa. Es un jugador con galones dentro de su equipo y básico en el juego racinguista. Los corners y las faltas directas son responsabilidad suya. Y no por casualidad o por agrandar su corta leyenda, y lo demostró sobre el Reyno de Navarra. Corría el minuto 78 cuando Sergio interceptaba un contraataque de Tchité cerca del pico derecho del área local. Canales cogió el balón con decisión, como lo hace un veterano, y se dispuso a lanzarla. Roberto sólo pudo mirar como el bárbaro lanzamiento del santanderino entraba acariciando su escuadra izquierda. El Racing consiguió así un lapidario 0-3 gracias a su nueva perla y a un Coltorti inmenso que desbarató cualquier opción de los navarros. [Narración: 0-3]
Los cántabros salieron al césped con sus mejores armas, como ya se preveía, mientras que Camacho puso en liza un equipo competitivo y con muchos titulares, muy distinto del habitual en este torneo. Sin embargo, Osasuna salió tan frío como el ambiente del estadio. La temperatura en la capital navarra, por debajo de los cero grados no ayudó en absoluto. Lo que nadie esperaba en Pamplona es que la ilusión por la Copa decreciera tan pronto. Apenas se llevaba cinco minutos de juego cuando Xisco le robaba hábilmente la cartera a un lentísimo Sergio para rematar a gol con un elegante disparo cruzado con el exterior de su pie derecho.
Los de Santander conseguían nada más empezar el partido una renta que les permitía jugar de manera muy cómoda durante el resto del partido. Portugal juntó mucho las líneas y puso a todos sus futbolistas, salvo a Xisco, por detrás del centro del campo. Con esa simple receta, los locales eran incapaces de encontrar huecos. Los pases inútiles en el centro del campo se multiplicaban sin que fueran capaces de rentabilizar su posesión. Tarde o temprano, Osasuna acababa perdiendo el esférico y era entonces cuando los visitantes generaban peligro al contraataque.
En una de esas, el Racing consiguió un córner que no desaprovechó. El joven Canales puso un medido centro al segundo palo para que su compañero Henrique se impusiera a un Nekounam que casi ni se molestó en saltar y subiera el segundo al casillero cántabro.
Con este panorama, Osasuna se vio con el agua al cuello. Para que este equipo meta cuatro goles, hacen falta algo más de noventa minutos. Pese a esto, los de Camacho no se desesperaron y disfrutaron de buenas oportunidades al final de la primera parte, sobre todo por medio de Aranda y Pandiani. Pero la puntería no fue ayer compañera de los navarros y además seguían sufriendo los contraataques de los racinguistas liderados es todo momento por un gran Canales que demostró ?además de su habilidad a balón parado- su gran visión de juego y su capacidad de poner balones en largo a sus compañeros.
Tras el descanso, la figura de Fabio Coltorti emergió por encima del resto. El portero suizo dilapidó las escasas oportunidades que le quedaban a Osasuna de avanzar de ronda. Primero fue ante un remate de cabeza de Nekounam con una mano estrafalaria aunque portentosa. Pero quien soñará con el meta del Racing será Pandiani. Dos remates del uruguayo, uno con el pie y el otro con la cabeza, fueron despejados a córner cuando la grada casi cantaba el gol. En el otro lado de la balanza estuvo el capitán Munitis. Hasta tres ocasiones clarísimas falló el canterano ante una defensa osasunista mermada por los cambios de Camacho, que incluso tuvo que escuchar a la afición pidiendo su cabeza.
La exquisitez de Canales sólo sirvió para cerrar un encuentro en el que el Racing hizo el juego que tenía que hacer y pasa a semifinales con un global de 5-1 en la eliminatoria y con total merecimiento. Ganó por goles, pero sobre todo por actitud y por mentalidad.
Los cántabros salieron al césped con sus mejores armas, como ya se preveía, mientras que Camacho puso en liza un equipo competitivo y con muchos titulares, muy distinto del habitual en este torneo. Sin embargo, Osasuna salió tan frío como el ambiente del estadio. La temperatura en la capital navarra, por debajo de los cero grados no ayudó en absoluto. Lo que nadie esperaba en Pamplona es que la ilusión por la Copa decreciera tan pronto. Apenas se llevaba cinco minutos de juego cuando Xisco le robaba hábilmente la cartera a un lentísimo Sergio para rematar a gol con un elegante disparo cruzado con el exterior de su pie derecho.
Los de Santander conseguían nada más empezar el partido una renta que les permitía jugar de manera muy cómoda durante el resto del partido. Portugal juntó mucho las líneas y puso a todos sus futbolistas, salvo a Xisco, por detrás del centro del campo. Con esa simple receta, los locales eran incapaces de encontrar huecos. Los pases inútiles en el centro del campo se multiplicaban sin que fueran capaces de rentabilizar su posesión. Tarde o temprano, Osasuna acababa perdiendo el esférico y era entonces cuando los visitantes generaban peligro al contraataque.
En una de esas, el Racing consiguió un córner que no desaprovechó. El joven Canales puso un medido centro al segundo palo para que su compañero Henrique se impusiera a un Nekounam que casi ni se molestó en saltar y subiera el segundo al casillero cántabro.
Con este panorama, Osasuna se vio con el agua al cuello. Para que este equipo meta cuatro goles, hacen falta algo más de noventa minutos. Pese a esto, los de Camacho no se desesperaron y disfrutaron de buenas oportunidades al final de la primera parte, sobre todo por medio de Aranda y Pandiani. Pero la puntería no fue ayer compañera de los navarros y además seguían sufriendo los contraataques de los racinguistas liderados es todo momento por un gran Canales que demostró ?además de su habilidad a balón parado- su gran visión de juego y su capacidad de poner balones en largo a sus compañeros.
Tras el descanso, la figura de Fabio Coltorti emergió por encima del resto. El portero suizo dilapidó las escasas oportunidades que le quedaban a Osasuna de avanzar de ronda. Primero fue ante un remate de cabeza de Nekounam con una mano estrafalaria aunque portentosa. Pero quien soñará con el meta del Racing será Pandiani. Dos remates del uruguayo, uno con el pie y el otro con la cabeza, fueron despejados a córner cuando la grada casi cantaba el gol. En el otro lado de la balanza estuvo el capitán Munitis. Hasta tres ocasiones clarísimas falló el canterano ante una defensa osasunista mermada por los cambios de Camacho, que incluso tuvo que escuchar a la afición pidiendo su cabeza.
La exquisitez de Canales sólo sirvió para cerrar un encuentro en el que el Racing hizo el juego que tenía que hacer y pasa a semifinales con un global de 5-1 en la eliminatoria y con total merecimiento. Ganó por goles, pero sobre todo por actitud y por mentalidad.
sergio canales wapo y ademas el mejor
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